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Bochica y la Cascada de Tequendama: Un Legado de Sabiduría y Naturaleza

La leyenda de Bochica es una de las historias más fascinantes de la mitología Muisca. Este sabio y civilizador, considerado un semidiós, llegó para guiar a los Muiscas en su vida espiritual y cotidiana. Su historia está profundamente conectada con uno de los paisajes más icónicos de Colombia: la imponente Cascada de Tequendama.

El Origen de la Cascada

Según la leyenda, en tiempos antiguos, la región de la sabana de Bogotá estaba cubierta por una gran laguna debido a las malas acciones de sus habitantes, quienes habían desobedecido las enseñanzas de Bochica. Como castigo, los dioses inundaron el valle. Pero Bochica, conmovido por el sufrimiento de los inocentes, intervino.

Con su bastón mágico, golpeó las rocas en un punto específico, creando un desfiladero por donde el agua pudo escapar, dando origen a la majestuosa Cascada de Tequendama. Este acto no solo devolvió la tierra a los Muiscas, sino que también se convirtió en símbolo de equilibrio y renovación.

Impacto Cultural y Natural

La Cascada de Tequendama, con una caída de más de 150 metros, es un sitio de gran valor cultural y natural. Representa el poder transformador de la naturaleza y el legado espiritual de los Muiscas, quienes veían en Bochica a un guía que equilibraba la vida terrenal con la divina.

Para los campesinos y habitantes de la región, la cascada también es fuente de inspiración. Su majestuosidad ha nutrido historias, canciones y la identidad misma de Cundinamarca.

Bochica: Más que un Semidiós

Además de su papel en la creación de la cascada, Bochica enseñó a los Muiscas la agricultura, las normas de convivencia y los rituales espirituales. Su figura no solo es un símbolo de poder, sino también de enseñanza y redención.

El Legado Hoy

Visitar la Cascada de Tequendama es sumergirse en un lugar cargado de historia y misticismo. Cada gota que cae parece contar la leyenda de Bochica, recordándonos la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.

Este relato no solo forma parte del folclore colombiano, sino que también refuerza la conexión entre el paisaje y sus habitantes. Al compartir esta historia, honramos a los Muiscas y su cosmovisión.

Hoy en día, cerca de la cascada se encuentra el Museo Casa Tequendama, que promueve la conservación de este tesoro natural.

La cascada sigue siendo un punto turístico que combina belleza, misterio y aprendizaje.